martes, 29 de mayo de 2012

Viajero Estelar - Parte 3 - Capítulo III - Nube Oscuridad



El Aladdin fue reconocido alguna vez como una de las naves más veloces y estables de la galaxia. Bajo la hábil muñeca de Rob había vencido 7 veces en las carreras de posta intergaláctica. Por su sistema de seguridad de última generación, fue nave insignia de la flota de elite del presidente del nuevo orden terrestre durante 8 períodos de mandato.

Varios años a la deriva, sin el mantenimiento y actualizaciones adecuadas, hicieron que la nave de los Glaxos en forma gaseosa burbujeante pasara desapercibida a través sistemas de detección, llevándolos sin escalas a la Zona Negra.

Sunsdtrom, oficial de ingeniería del Deer,  era el primero en levantarse y en darse cuenta que algo no andaba bien y no sólo era el motor de la nave. Luego de tomar su jugo de frutas, mantrar sus oraciones Gelesianas y realizar sus casi dos mil flexiones de brazos y abdominales diarias, se dirigió a su oficina en el ala sur del Deer, para comandar la sala de motores.

De fuerte contextura y una resistencia al frío extrema, tenía el cuerpo tallado y una motricidad fina dignas de contraponerse. De unos 160 años Gelesianos (unos 50 para la edad terrestre), se jactaba de ser el campeón de vencidas espaciales del cuerpo espacial. 

Ya hemos hablado de sus habilidades con el armado de figuras de papel, finamente confeccionadas y con partes numeradas. Clelia decía que eran basura y que un día las iba a hacer desaparecer. A lo que Sunstrom respondía con amenazas de destruir la colección de vídeos láser de Listor Flamifgan, la estrella de música melódica protagonista de todos sus sueños húmedos.

Una vez dentro de la sala de máquinas, pudo constatar que los ruidos metálicos de los motores no eran los habituales y que no estaban respondiendo a las directivas de la computadora central.

Desde la consola de navegación, el curso tomado tenía modificaciones al esquema que el nuevo capitán Flash, había ordenado; Filmore estaría sin dudas en problemas por el cambio.  Pero había algo más.

En el detector de presencias en la nave, una especie de plano electrónico en donde figuraban los sensores de ubicación con un gracioso avatar que representaba a cada uno de los tripulantes, habían varios más, adicionales con el icono desconocido que deambulaban por toda la nave, en dirección a cada uno de los cubiles y demás lugares en donde el resto descansaba.

Varios se acercaban a su posición, buscó tomar su arma para defenderse, ya que antes de hacerlo se vio fácilmente reducido por sus agresores. Su apariencia era como los simios terrestres cubiertos de pelo, con dos colas como de pez y lengua bífida de reptil. Sus atuendos eran vistosas túnicas con delicados bordados que representaban el grado de importancia dentro del escalafón Glaxo. Emitían sonidos guturales, pero se notaba que la verdadera comunicación ocurría entre ellos de manera orgánica como sí fuesen un todo.

Cada uno de los tripulantes de la nave se vio sorprendido y reducido en segundos. Flash Bourbon hizo un intentó de resistir, tan en vano como certera la golpiza que le propinaron.

En el puente de mando fueron colocándolos contra las paredes uno a uno. Clelia, Medikus, Filmore y Jeremy, aprisionados por una especie de grilletes formados por una baba viscosa, que provenía de un cañón orgánico, manejado con destreza por uno de los agresores.

Todos menos Rob, quién se hallaba oculto; de casualidad estaba en el baño cuando todo comenzó. Había que agradecerle a la pesada comida de Clelia y su combinación con el alcohol, de ingesta religiosa en las trasnoches de guardia.

En ese momento el Glaxo que parecía al mando, se conectó mediante la consola de la nave con sus superiores. Una especie de nube gaseosa y verde oscura apareció en los monitores. Se notaba que los Glaxos tenían más de una apariencia, y la nube verde era el estado natural en su planeta de origen. Quizás se habían adueñado de esa raza inferior, de los Monus Icticus, para hacer el trabajo físico.

La nube se dirigió con los mismos sonidos ininteligibles por los humanos, pero con un claro mensaje con órdenes fueron claras y concisas.

Luego, tomando forma humanoide, para facilitar la dicción, se apartó para dirigir su mirada gaseosa a flash. Capitán, su nave es mía, pronto su alma también.

“Mi nombre es Grelak, soy el líder de la raza Glaxo y amo supremo de la zona oscura. Y pronto voy a serlo del universo”

(continuará….)

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