El cubículo para visitas tenía el clásico olor rancio a la escasez de limpieza y moradores. Y por qué no el olor sexual de un encuentro casual entre tripulantes. La loción de Sundstrom, mezclada con el agua de colonia femenina de Gimeno, sumada al aceite de olivo de Jeremy. Un cóctel letal para fosas nasales exigentes.
Desde hacía un par de días, en su destierro como capitán, Rob Larken estaba allí confinado. Flash Bourbon estaba ocupando su anterior cubículo, ese que tenía tobogán directo al puente de mando, el ventanal panorámico, las transmisiones de cable y el frigo space bar.
Esto no inquietaba tanto a Rob, quién ya se había acostumbrado al nuevo cubil, como la sensación de haber perdido todo el poder sobre su nave y el respeto sobre su tripulación.
Flash había decidido darle el horario nocturno supervisando al piloto automático del Deer y prohibido a todos la posibilidad de trabajo en esos horarios. Incluso el lugar de carga de batería de Jeremy se trasladó a la bodega, haciendo inaccesible hasta una mísera partida de ajedrez entre ambos, pasatiempo habitual en otras épocas.
Conclusión: cero contacto con el resto, salvo a deshoras y por los pasillos. Filmore le tenía un poco de lástima mezclada con la abstinencia de sexo virtual con Chiskei, de viaje de exploración Vomulana en la constelación Chatruk. Ello hacía que al menos le dejara comida caliente para soportar el turno noche.
Estas acciones eran reportadas diariamente al Presidente del Mundo, Serhio Fahmda vía satélite. El plan de Fahdma de desmoronar sicológicamente a Rob estaba surtiendo efecto casi inmediato.
Una madrugada, Rob se encontraba mirando fijamente el horizonte en el puente de mando, casi sin ver en realidad, absorto en sus pensamientos vacíos. De pronto una nube gaseosa verde apareció en la visual, sin ser detectada por los sensores de proximidad del Deer.
Rob pareció inmutable, no quería ni estaba allí. Menos para supervisar a una presumida computadora de a bordo que se empecinaba en demostrarle que era mejor que él.
La nube se aproximó y colocó en posición fatal por sobre el Deer, se separó brevemente y abdujo la nave, como si tuviese una entrada inferior con deck de aparcamiento.
Dentro del Deer, los sistemas de a bordo comenzaron a verse influenciados por fuerzas gravitacionales alienígenas, variando el curso de navegación actual hacia la Zona Negra.
No se trataba de un Agujero Negro, ellos habían sido dominados y cerrados por mantenimiento hace varios parsecs, pero si de una zona desconocida e inexplorada, curso muy diferente a Calma 7 el planeta de la amistad, que había sido escogido por Fahmda como primera misión de su amigo Flash.
Todas las misiones para tratar de reclamar la Zona Negra para la Federación Terrestre habían fracasado. Solamente un ekekio llamado Umo Furman de la tripulación del Alcachoff, había sido encontrado flotando en el éter con su traje espacial dañado, pero con vida. Al ser rescatado mostró visibles signos de psicosis en sus tres cerebros. Uno catatónico, uno delirante y el restante esquizofrénico. Linda plantita había quedado. Y así lo habían confinado a un futuro de medicaciones y golpizas.
En los cubículos todos descansaban, en la bodega Jeremy se recargaba en un 82% inmóvil… (continuará)
