El puente de mando del Deer parecía una batalla campal. Mala idea celebrar con una fiesta el haber conseguido los remedios y medicinas en hachede.
Tirado en el puente de mando, en calzoncillos y con un vaso scotch volcado en la mano, rob yacía desparramado. Sus pupilas dolorosas y dilatadas buscaban reparo de las tintineantes luces del panel de control.
No era el único. Jeremy estaba unos metros más atrás en modo vibrante. Ensimismado y conectado al puerto del encendedor.
Gimeno y Sundstrom habían tenido acción. No se bien como catalogarlo, pero seguramente era algo de lo que al menos Sundstrom se arrepentiría y negaría hasta el cansancio.
Medikus estaba auotacuartelado en su recámara resaca de pormedio y con sus dos botellas capturadas en hachede intactas.
“Nueva tierra llamando a Aladdin deer respondan”. Transferencia molecular iniciada repito. Coloquen el extractor en punto caramelo para la transferencia.
Filmore, que en ese momento se encontraba ayudando clelia a poner un poco de orden, se precipito por los pasillos arreglándose la mata de pelo para recibir al visitante.
Quién sería?? El reemplazo de Verdi? Alguien más a quién castigaban? En cuestión de minutos lo sabrían.
Uuuuuuuuuuu flooooosh. Allí estaba el enviado. Un hombre atlético, de unos 40 y tantos de cabello entrecano y facciones bien definidas. Se lo veía bien plantado, como esos políticos de antaño de sonrisa a flor de piel, listos para besar a un bebé en una foto, o entrevistarse con unos mineros.
Amante de las películas antiguas, a Filmore no hizo más que recordarle a Richard Here, un galán de varias películas que guardaba en su catalogo, en su retina y partícipe indispensable de su imaginario en sus noches solitarias. Entrar en más detalles sería escarboso.
“Buenos días oficial!!”, dijo con un tono de voz que derretía el hielo, seguido de una sonrisa ganadora y un guiño cómplice “Si bien esperaba un recibimiento más numeroso, no puedo quejarme de la compañía”
Buenos días.... -Filmore buscaba en su hombro o pecho alguna insignia que denotara su rango. Pero no tenía nada ...- Señor.
“Podes llamarme Flash. Siempre les queda en la memoria, jajaja” Dijo en un tono arrogante, paternal y a la vez irresistible.
Clelia, quién se había parado en una de las entradas para despegar algo que parecía vómito mezclado con pedazos de torta intactos suspiro profundamente como con la novela de la tarde.
Estaba claro que este Flash era un seductor. También que iba a meterse en el bolsillo a todas las mujeres y mutisexual de la nave. Lo que seguía oscuro era el motivo de su presencia.
“Es posible ver al oficial al mando de está nave?” Tengo que reunirme con él. Mientras tanto agitaba un sobre por encima de su cabeza con la insignia de la Nueva Tierra y el logo del correo presidencial. Esa era su carta de presentación.
“Sisi aguarde en la sala del capitán, por favor. El capitán Larken lo atenderá en minutos, está terminando de diagramar la ruta helicoidal de navegación entre asteroides y el presupuesto de este año”. “Clelia, por favor servile lo que quiera tomar”.
Por un instante Clelia olvido que su rango era mayor que el de filmore y extasiada busco complacer al máximo al recién llegado, con caídas de ojo y breteles de pronto visibles.
Filmore partió rumbo al puente de mando y de pasada por lo de Medikus manoteo un recuperol endovenoso y un resaquer plus.
Mientras Rob se acomodaba torpemente y era ayudado por Jeremy (los robots no tienen resaca), Filmore hurgaba en los datos de la computadora central, en la base de datos del personal galáctico, las palabras clave Flash Oficial comando... Nada.
“Ya estoy bien, Jeremy pantalones!!!”. “Aquí señor” . “Vamos al encuentro del enviado”.
“Saludos Oficial” dijo Rob protocolarmente. A que debemos su presencia en los confines del Universo en MI nave?
“Oh si, eso”. Acto seguido Flash extrajo una nota membretada de la nueva tierra, y, sin necesidad de lentes leyó atentamente y en voz alta sus órdenes.
“El excelentísimo bienamado y ponderado en exceso presidente de la nueva tierra Lord Fahmda me ha encomendado tomar comando al oficial interventor Flash Bourbon al comando del Aladdin Deer, desplazando al actual capitán a labores de primer piloto con derecho a una consumición en el buffet antes de las 12:00 AM.
Ni bien dijo esto inserto una tarjeta de almacenamiento en la ranura lectora del vidi wall, en donde se veía la figura de Fahmda flanqueado por dos guardias especialmente escogidos para no sobrepasarlo.
“Así es Rob, ex compañero de trabajo ya no estas más al mando. Necesito a alguien de confianza al mando del estratégico Deer. Verdi reporto tú accionar y dejaste mucho que desear en tus últimas misiones al mando.
“Y sí me niego? Ya estamos confinados a este agujero de todas formas” dijo Rob dispuesto a luchar por su lugar. “Negándote lo único que logras es que tú tripulación vea más lejos su regreso. Ellos tienen familia no? O algo por que regresar, un trabajo un ascenso. No les niegues la única posibilidad que les queda a ellos de regresar”.
Ok murmuró Rob apretando el puño, ante la sonrisa y mirada cómplice entre Flash y Fahmda.
(continuará…)
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