jueves, 28 de julio de 2011

Viajero Estelar - Parte II - Capítulo IV - "Ante la menor duda, dude"

“Y bien, querido amigo en que puedo serles útil?” dijo el Dr. Pastor.

“Tenemos nuestro stock de medicinas vencido” dijo Medikus en un tono serio mientras tanto sacó de un bolsillo una tableta holografica en donde figuraba el listado de medicinas con su correspondiente valor, todas en rojo. El costo de las mismas ascendía a varios cientos de miles de créditos espaciales, prohibitivo para nuestros fondos y tenemos cortado el suministro de la Nueva Tierra.”

“Eso pasa cuando no repones los medicamentos de a poco” hablaba con autoridad Pastor, como hizo durante toda la universidad, cada vez que se robaba un ensayo de Medikus. “Es que hace 10 años que no volvemos a la Nueva Tierra y no tenemos fondos para reaprovisionarnos con externos, salvo lo escencial comida, agua y SAE 3000 para Jeremy. “Hemos agotado todo nuestro crédito en la proveeduría galáctica y no nos reconocen la tarjeta Tornasol”.-

“Yo no tengo esas cantidades aquí”, comentaba Pastor. “Lo mejor sería que vayan a la Droguería Gubernamental y traten de robar lo que necesitan. Los electrogenos nunca negociaran rédito con humanos con humanos. Los odian y por eso me va tan bien. Ellos quieren ver como paulatinamente la raza humana muere por drogas o transformada en humanoides. Les presto mi ambulancias de morgue no van a sospechar de ustedes sí van con el cargamento ahí”. “Además” prosiguió Pastor”, no se preocupan por las drogas y medicamentos porque ellos no las necesitan”.

Velozmente Se metieron dentro del transporte y Jeremy, contento porque estaba al comando del vehículo y porque seguía sano y salvo comenzó el camino teledirigido al centro de medicinas a toda marcha. En la parte de atrás y soportando un hedor atroz de lo que parecían órganos en descomposición se hallaban  Rob,  Medikus y Clelia.

El espectáculo en las calles era aterrador. Humanos en decadencia drogandose, soldados electrogenos disparando y luego preguntando sin obtener respuesta. Prostitutas híbridas ofreciendose por unas pocas dosis de Frulion la droga de diseño de moda.

A pesar de no ser una priodiad del gobierno, el banco de medicinas de Hachede estaba bien custodiado. Jeremy hizo una revisión completa de las instalaciones y encontró una entrada disponible  en el perímetro de seguridad del lugar por donde ingresaron. Allí dentro estacionaron la camioneta en el parking y Rob dio instrucciones a Jeremy para buscar dónde estaban los medicamentos. Al poco tiempo llegó a una puerta enorme firmemente cerrada con un cartel indicador en binario que indicaba: “No tenemos Remedio”


Por suerte, jeremy contaba entre su arsenal de herramientas con una llave multiuso mallory knox. La introdujo y en un instante hizo ampulosos gestos para que el resto de la comitiva emergiera del transporte.

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