jueves, 7 de julio de 2011

Viajero Estelar - Parte II - Capítulo II - "XOXOs en Hachede"

Hachede era un planeta artificial y gris. Formó parte del programa universal de reciclado llevado a cabo en el siglo XXI – Jugá Limpio con ESTE.  La mejor opción fue destinar todo el desperdicio lejos y afuera.  Fue diseñado para transformarse en un enorme contenedor de tecnología obsoleta. Paraíso de robots y autómatas mitad humano mitad máquina producto de las aberraciones cibernéticas de aquel entonces.
Políticamente estaba manejado por un grupo de híbridos binarios llamado Electrógenos.  Las luchas internas lo habían llevado a convertirse en un paraíso del tráfico de órganos Yamaha y humanos. Al no ccontar con una moneda estable, la mejor forma de negociar consistía en intercambio de elementos.

La comitiva del Aladdin Deer para esta misión estaba encabezada por Larken,  Medikus,  Clelia (La oficial de limpieza e higiene) y Jeremy. En la nave y comandando la central de comunicaciones Filmore, aprovechando un chat incesante con su amado Chiskei.

El rayo tractor amarillo del AD los colocó directamente en un descampado a alas afueras de Numeral Omega el asentamiento más densamente poblado de Hachede.

Los suburbios de la ciudad eran decadentes bancos de órganos de drogadictos tirados en las calles tratando de conseguir su ración a base de la venta y reemplazo de órganos con funcionalidad limitada. La fuerza de seguridad disparaba primero y no hacía falta preguntar.

“Un amigo de la academia de medicina podrá ayudarnos”. Medikus recordó en voz alta.  Fidel Pastor había estudiado con Medikus y le faltaban tan solo trece materias para ejercer en cualquier lugar del Universo. En Hachede eso no importaba demasiado, ser flojo de papeles era una ventaja.  Fidel era muy reconocido por sus bajos escrúpulos y por no haber perdido nunca a un paciente. Tenía una fosa común en el fondo de su casa donde los cremaba y enterraba a los que no toleraban las intervenciones.

Llegaron a su casa por medio de avisos electrónicos que poblaban el espacio cedido por el gobierno, es decir todo. El cielo nunca estaba visible. En ese planeta gris encontrar verde que no sea deshecho tóxico ni flúo? Una utopía.

Una vez dentro, casa,  consultorio y sala de operaciones estaban integrados pero separados de una férrea seguridad cibernética. Dos robots aniquiladores custodiaban la entrada y un robot escáner oseó molecular de esfínter revisaba a los pacientes en busca de órganos sanos y niveles de radiación.

“Por aquí quién es el interesado, aproveche el 2x1 en córneas” Mencionó con voz marketinera el robot scanner.

“No venimos a operarnos” contestó Medikus. “Venimos a ver al Doctor Pastor, soy un amigo”. Al ser encañonado por los robots de seguridad y sabiendo que su amigo podía no reconocerlo dado el paso de años regados por el licor, Medikus observó una de las cámaras de seguridad y dijo en un dialecto intelegible “De Wana Wonga”. De un costado ejerció una figura pequeña más baja que Jeremy con una barba candado y ojeras prominentes. Muy serio miro a Medikus y luego de hacer un movimiento como arqueándose para adelante reconoció a su amigo y contestó  Uachu Mapriki hermano. “Son amigos déjenlos entrar”.

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