martes, 19 de junio de 2012

Viajero Estelar 3 - Capítulo IV - Grelak El Inmortal



Grelak tenía aspecto de despiadado y de desprolijio. En otras vidas había sido discípulo de los Creadores del Universo Yoaquim y Luz Ia. Una especie de Lucifer de los Glaxos, el más virtuoso y bello entre todos los entes cósmicos, hijo dilecto de sus designios, capaz de realizar proezas inimaginables, tales como vaporizar un planeta con un pestañeo o comer un yogurt con cereales sin utilizar ningún implemento, solo su mente.

Como ocurre habitualmente con que sobresalen y no saben dominar su ego, terminan generando el odio y  el encono de los amos. Sus continuos actos de indisciplina hicieron que lo mandaran de paseo, relegándolo a una categoría sub-20 refurbished de deidad, sin posibilidad de competir en los torneos juveniles universales ni gozar de los beneficios de los dioses. Lo desterraron de una forma tan deshonrosa que en todos los confines de la galaxia se habló de ello.

En este momento, tras miles de años de espera y ostracismo, había logrado por fin persuadir a los Glaxos, un pueblo gaseoso y relegado del mapa para que se unieran, a cambio de cesiones en las concesiones para el usufructo del  abanico estelar y las playas de estacionamiento interestelar. Demasiado botín para que un pueblo codicioso y sus subalternos, los Monus Icticus, no quisieran sumarse a la causa.

A pesar de que el Deer y su tripulación no constituían un botín demasiado preciado para negociar, Grelak veía en él la posibilidad de infiltrarse en una forma humanoide en un vehículo para interactuar con los humanos y otras formas de vida de la nave y conocer sus planes. Para ello debía identificar al líder y tomar posesión de su cuerpo.

El punto de encuentro entre Grelak y su task force de Monus Icticus fue el planeta Shalamar, ubicado dentro de la zona Negra. Un planeta desprovisto de población, con una base de reaprovisionamiento y condiciones de vida favorables para el desarrollo. No se entendía muy bien por que no había sido colonizado hasta que uno se posaba en la superficie y al cabo de unos pocos segundos, era atacado por gruesas nubes del mosquito Shalamar, una mutación del mosquito común, que lo hacía multiresistente y 8 veces mayor de tamaño. Era imposible aniquilarlo, terminaba asediando a cualquier explorador, provocando la asfixia por introducción en su aparato respiratorio picando desde adentro y afuera.

La base Glaxa estaba segura sin embargo por su cierre hermético con techo a rosca, para que pudiesen descender las naves interestelares.

Uno a uno desfilaron los prisioneros hasta la sala de reuniones. Seguían fuertemente engrilletados con baba, formando fila. Jeremy al final, pasando una música funcional similar a una pompa fúnebre, muy adecuada para la ocasión. “Cállate Robot del demonio” – dijo Médikus, visiblemente alterado por alguna sustancia no permitida. “Quieto Dr.!, cada uno canaliza como puede, aún un robot.” – Tomo por su brazo apretando fuertemente Sundrstrom.-

Si bien Jeremy era un robot, muchos de sus componentes eran humanos y esta nueva generación de Robots Amigos Interactivos Dóciles (RAID), hacía que poco a poco su comportamiento se asemejara al as características de su grupo de pertenencia.

Flash Bourbon estaba muy desmejorado, parece ser que no se había podido poner sus cremas de noche, y seguramente su edad era un poco más que la que había mostrado al llegar y generar estupor entre el público femenino.

Haciendo una rápida revisión de los allí presentes, y por su insignia y ropa un poco más costosa que el resto, Grelak infirió que ese señor entrecano y desmejorado era el líder.

Primero, haciéndose el importante, se dirigió a Filmore con aires de grandeza como un político al sonreír a la cámara para mentir descaradamente. “Hola humana voluptuosa, ¿querrías dominar el universo conmigo?”

“Jamas, sos un asco” Dijo Filmore, quien tenía voz autorizada para hablar de ascos, ya que su prometido cHISKEI era un Vomulano auténtico.  “Este tipo tiene sus adentros podridos” le decía internamente la voz de su intuición femenina.

“No me atrae nada que sea por las buenas” dijo. “Tarde o temprano vas a ser mía” dijo Grelak en un tono hipnótico.    (continuará…)

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