jueves, 25 de agosto de 2011

Viajero Estelar - Parte II - Capítulo VI - "Por un pelito"


“Los quiero sin vida” dijo el chip master enviando microinstrucciones a toda la fuerza de detención armada con robots en modo “Shutfers”.

Al llegar a la puerta de lo del Dr Pastor, menuda fue la sorpresa que se llevaron nuestros agradecidos exploradores. En el lugar del consultorio había un edificio en bloque de una gris oficina gubernamental. En el lugar de la mansión, carteles de publicidad con leyendas de “Próximamente Auto Robot Service”, la popular cadena de mantenimiento de robots.

Se movían rápido los Electrógenos. Una sociedad sin fisuras, sin factor humano que impidiera el progreso y la eliminación de los traidores al régimen. El Dr Pastor había sido útil mientras no ayudara a los humanos. Su grito ahogado formaba parte del decorado de la prisión de humanos de Hachede, disponible en circuito cerrado para el delirio de los cybergobernantes.

“Tenemos que huir al punto de reunión”. Dijo Rob anticipándose a una inminente lluvia de disparos. 

Transformando la van en planeador, partieron esquivando lásers a mansalva de los “Shutfers”.

“Es aquí” dijo Jeremy, haciendo sonar su alarma tada-windows. Larken se había apostado la torreta del techo de la van haciendo tiro al gris,  descargando toda su artillería protónica y cargándose a varios shutfirst.  Tantos años de videojuegos estaban rindiendo sus frutos.

Los robots tenían un mecanismo de disparo que se incrementaba exponencialmente ante amenaza externa o disminución de número, lo que ocurra primero. Los laser impactaban en toda la superficie de la van mortuoria, que iba a ser las veces de ataúd común si no escapaban pronto.

Clelia miraba atentamente y pasaba un trapo por dónde podía. Médikus hacía lo posible por contener su ansiedad acerca de esos misteriosos contenedores.

Filmore programaba rápidamente la secuencia de arrastre, que empezaba arrojando algunos errores de cálculo. “Maldición, esta programación está mal” Ella era muy meticulosa con su preparación y no se perdonaba no ser eficiente, más cuando sus sentimientos estaban en juego y su cabecita de novia. Primero aparecía la posibilidad de subir a uno, después a varios en partes, después solamente las drogas. “Hay fallas en los sistemas. Vamos, vamos!!”

“Filmoreeeee” Ahora! bramaba Robert sin poder contener por mucho tiempo la avanzada de los Shutfers.  En las últimas, el rayo tractor amarillo, programado en levantamiento de pesos y drogas funcionó a la perfección, llevándose a Rob, Medikus, Clelia y Jeremy a bordo de la nave junto con media docena de robbers camuflados entre el cargamento.

La imagen desde la pantalla de navegación del Space Deer mostraba como se ensañaban con la van los Shutfers, haciéndola añicos y recuperando piezas para su reutilización en nuevos robots. Nada se echa a perder en Hachede.

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